Tenemos Pedro Sánchez para rato.

Si interpretamos en clave nacional, como todos querían a priori , las últimas elecciones en Castilla y León , los resultados muestran algunas enseñanzas prácticas para la clase política y el electorado en general: 1) El desprestigio, en su conjunto,  del gobierno social-comunista es evidente, como lo demuestran los más de 100.000 votos y 7 escaños perdidos por el PSOE  ; 2) Se confirma que Podemos tiene la misma vocación de “grupúsculo  residual” que ya evidenciaba el Partido Comunista, pues no sólo consigue nulo rédito de su llegada al poder de la mano de Sánchez, sino que encima sale penalizado; 3) El Partido Popular parece haber “tocado techo” con el liderazgo de Casado : su escaso crecimiento (2 diputados) , y la pérdida de votos, así lo atestiguan;4) El aliado “políticamente correcto” de los Populares –Ciudadanos- en un hipotético gobierno nacional , está “tocado del ala” , llevado al autosacrificio por líderes con una vocación  “bisagra” generalmente incomprendida y por unos barones regionales indisciplinados  y 5) El partido emergente que viene a llenar el vacío de Ciudadanos por el ala derecha  es , obviamente, VOX  que -¡lástima!- ha sido interesadamente  demonizado por la izquierda y sus aliados mediáticos, haciendo gritar  más de una vez  al propio Casado  ¡vade retro Satanás!, con gran jolgorio de sus adversarios políticos.  Un panorama político complejo. El problema del PSOE es serio, porque sabemos que cuando la izquierda se moviliza es difícil evitar su triunfo, debido a la especial configuración sociológica del país, sesgada ligeramente a la izquierda. Ocurre más o menos como en EE.UU. donde un senil e incompetente  Biden es capaz de derrotar a un Trump en ascenso popular, sólo por la existencia   de esa mayoría sociológica de izquierda –liberales, negros, latinos- movilizada “in extremis” con ayuda de la gran prensa,  es decir, NY Times , Washington Post, CNN, etc.. Pero siendo cierto lo de la mayoría sociológica de este país, ya hemos visto que en Castilla y León no existió la movilización esperable de la izquierda ya que muchos votantes se han quedado en casa y otros tantos se han ido a partidos regionalistas, evidenciando un  claro hartazgo con Pedro Sánchez y su manera desvergonzada e ineficiente de hacer política.  ​Pero el problema del PP y de Casado,  no es menor , porque a un  crecimiento electoral insuficiente , se une que su aliado “natural “ –Ciudadanos- está en vías de extinción y lo que viene a sucederle es nada menos que VOX que, como sabemos , es un partido que no tiene buenas relaciones con Casado desde que este realizara un ataque inmisericorde contra Abascal en la moción de censura a Pedro Sánchez. Ataque que, dicho sea de paso, no le ha servido para mejorar su “pedigrí democrático” entre la izquierda  , creándole por el contrario un importante enemigo que puede llegar a frenar en seco su todavía incipiente carrera política.  Las limitaciones del modelo Casado.  ​Pablo Casado ha mostrado, desde su llegada a la presidencia del PP, que tiene una cierta habilidad oratoria (en lo que mejora a Rajoy) , pero un escaso sentido práctico de la acción política ( en lo que nos recuerda a su antecesor en el cargo). No parece, por ejemplo, percatarse que el surgimiento , primero de Ciudadanos, y después de Vox, es una consecuencia de la incapacidad de los Populares para realizar una oposición cerrada  a una izquierda maniobrera y sin escrúpulos, que , en especial desde Pedro Sánchez, adopta un perfil   trilero y mentiroso.  Este presidente -una mixtura de Maquiavelo y César Borgia- , ha creado una alianza con comunistas e independentistas, sin precedente desde los inicios de la Transición, después de haber negado sus intenciones el día antes de las Elecciones Generales.  Además, ha formado una pinza con los subvencionados sindicatos CC.OO y UGT, que permite tomar medidas populistas –como la elevación brutal del salario mínimo- mientras se blinda contra cualquier huelga general. Todo ello le permite  a Sánchez  pensar en un  gobierno del país, si no ad eternum como le gustaríasí al menos a largo plazo.    Casado sigue por su parte en la idea de “reunificar a la derecha” lo que, hoy por hoy, es misión imposible y más con sus habituales muestras de hostilidad hacia estos partidos disidentes, nacidos en el seno de los Populares. Pero , además,Casado es un político “celoso ” , que no duda en “dispararse al pie” con tal de obstaculizar la carrera política de Isabel Díaz Ayuso, la joya más preciada de su corona. ( ver para más detalle el artículo “La derechita miope”, en este mismo Blog). Visto, no obstante,  el deterioro del gobierno actual, y considerando el disminuido potencial futuro de Podemos, lo normal es que las siguientes elecciones las ganen los Populares,aunque siempre nos quedará la duda de si Sánchez podrá contrarrestar su actual debilidad regando con euros el patio electoral , como es su costumbre . En cualquier caso, si los Populares ganan lo harán por escaso margen, con lo que precisarán del apoyo de VOX para gobernar, un apoyo que hará sudar chorros de tinta a Casado y que, de entrada no estaría garantizado. No olvidemos que Casado no tiene la “mano izquierda” de Pedro Sánchez -ni la ascendencia de “hermano mayor” que tuvo aquel con su ex socio Pablo Iglesias-, por lo que será difícil que el PP repita con Vox el modelo de relación relativamente estable entre antagonistas suscrito entre PSOE yPodemos, (un socio incómodo este que ,a base de“trágalas” y “amenazas” por partes iguales, ha estado hasta el momento bajo un cierto control). No vemos, sin embargo, a Casado repitiendo entente cordiale con Abascal , y menos con los antecedentes ya citados. Como mucho -y si se ve muy apurado-, cesará al secretario general, Teodoro García Egea , a modo de chivo expiatorio que aplaque los ánimos de VOX –y también de Ayuso- , para poder así partir de cero en su relación con Abascal . Aunque todo esto es más que dudoso, por lo que, al final, ocurrirá lo de siempre : que Casado hará una huida hacia adelante y todo se dejará en el aire hasta el día siguiente de las elecciones, con el peligro que ello conlleva de desaprovechar una posible victoria.  La carta en la manga se llama Isabel Díaz Ayuso. ​Es difícil pedirle a un político ,que se ve ya en el corto plazo investido de los “hábitos” presidenciales, que dé un paso al lado y deje su puesto a otro mejor cualificado, por mucho que se esgrima que es en interés del partido y de los españoles. Pero lo cierto es que Isabel Díaz Ayuso es la más indicada para dirigir a los Populares en esta etapa crítica. No sólo porque tendría mejor cartel electoral que Casado (como revelan las encuestas) , sino porque sabrá tratar como nadie a su inevitable compañero de joint-venture  -VOX- , inculcándoles una mayor moderación política desde la autoridad que proporciona su tradicional lealtad de buen socio en Madrid.  Eso sin contar con que Ayuso ha demostrado que, en temas de gobierno, le da sopas con honda a Pedro Sánchez, pues le ha ganado todos los pulsos disputados hasta el momento.  No olvidemos, además, que Ayuso es un “animal político” sin parangón en la reciente historia del país, como atestigua su constante presencia en los medios periodísticos internacionales  más prestigiosos, donde ya se la percibe como la Margaret Thatcher española. Su gran potencial debe ser aprovechado en el momento político oportuno ( que es ahora), y no esperando a que Casado “se estrelle” para relevarle, porque eso dará al menos otros cuatro años de vida a este nefasto gobierno socialista.  Esto es lo que , lamentablementele espera a la derecha. Lo normal, sin embargo, es que todo lo últimamente apuntado no ocurra y que Pablo Casado vaya a Elecciones al mando del PP y sin hacer las paces previamente con Abascal en Castilla y León, temeroso, como siempre, de que el Partido Popular Europeo le retire el saludo, por gobernar con una “ultra-derecha”que –dicho sea de paso- es bastante menos “ultra” que los socios comunistas e independentistas del actual gobierno. ¿Y creen que Sánchez exhibe por ello algún complejo de culpa en sus paseos periódicos por los enmoquetados despachos de la UE o la OTAN en Bruselas? ¡Quiá! En realidad, sus alianzas endemoniadas han pagado un muy bajo precio hasta la fecha: sólo le ha costado una humillante “carrera” ante las cámaras tras el presidente Biden, intentando resolver los más graves problemas mundiales en dos  minutos . Un tema este que tendría más recorrido que las botas de Aznar sobre la mesa del rancho de Bush, si no fuera porque los dirigentes de la izquierda disfrutan de especial protección periodística, incluso en asuntos de humor. Mientras , en el ámbito de Bruselas , ha existido “cero” penalización, cuando podía pensarse en ciertas reservas de la OTAN para suministrar información sensible a un gobierno poblado de comunistas. Por otra parte , las cualidades maquiavélicas de Sánchez le hicieron “sacar” de la política activa a su interlocutor más molesto, Pablo Iglesias, mientras los electores penalizaban más a Podemos que al PSOE , jibarizando así a su principal  competidor por los votos de izquierda. Toda una enseñanza política para Casado, quien con su escaso sentido práctico, perderá la oportunidad de hacer otro tanto con Abascal y Vox, al rechazar incluirlos en su futuro gobierno.  Así que lo dicho : ¡tenemos Pedro Sánchez para rato! Alonso Cortés Madrid, 17 de febrero 2022. Post scriptum: Pocas horas después de cerrarse este escrito , se ha originado el escándalo mayúsculo que enfrenta a Casado y Ayuso , de manera definitiva. Una etapa concluyente , en nuestra opinión , de la lucha interna originada hace tiempo por los celos políticos de Casado hacia la presidenta de Madrid.

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